AfIRMA
CLAUDIO FERMÍN
¿por otro triunfo de mentira?
REGRESA
enrique ponce
a la feria de Merida.
Ya todos sabemos que este
aprovechador de Enrique Ponce una vez más estará en la plaza de toros merideña muestra ser un diestro codillero y ratonero con su
toreo moderno y todavía con el recuerdo a flor de piel de una afición que le sigue perdonado todos ese estilo del toreo
que no va pal el baile, después de la pantomima que protagonizo en su pasada
actuación ante un encierro vergonzoso. El toreo ventajista, pero consentido por
la mayoría -que están tan desorientados como todos los jueces de plaza que han
pasado por ese recinto y que dicen que este señor es un figurón del toreo,
también se encuentran escépticos y preocupados por la sorpresa y el engaño que
les pueda tener el ex niño torero.
Rodolfo “Positivo”: Claudio Fermín ¿Qué podemos esperar
de Enrique Ponce en esta plaza de
toros de Mérida? además de su conocida arrogancia y por ser un personaje
déspota con extrema supremacía por el hecho de ser una figura del toreo.
Claudio Fermín
R: podemos esperar su clásica exhibición de un toreo repleto de amaneramientos
y trampa. Así que lo veremos citando fuera de las cornamentas y con el
pico como suele serlo, siempre con la pierna de salida descaradamente
retrasada, en fin, quizás hasta veamos otro triunfo de mentira como el que se apuntó
cortando dos orejas con el impresentable en cierro en su pasada comparecencia en
San Cristóbal.
No hay mucho que esperar tampoco del encierro que
lidiara en cuanto a su presentación, ya que le exige a su gusta, un toro que no
suele ser muy grande ni de cornamentas aparatosas, por el contrario es un toro
generalmente chico y con poca cara.
Claudio Fermín y Ramos Allup |
Así que seguramente Ponce llegará feliz con sus Rancho Grande debajo del brazo como fórmula infalible
para asegurar sus éxitos y, como casi nadie le exige nada ni por la elección
del ganado que suele matar, ni por sus malas maneras y modales de torear y de
matar, pues el eterno novillero continúa encantado por los ruedos de América
cobrando una fuerte suma en dólares (que esta por las nubes) y de vacaciones.
Todo esto mientras los aficionados de Merida desembolsan alegremente su
dinero y como premio reciben gato por liebre.
Ya me estoy imaginado a esos periodistas de portales
(el nuevo trinque taurino) gritando a los cinco vientos acerca del poderío del Ponce, que suelen cantar algunos es de otra
época. Lo que pasa es que en Mérida nunca hemos visto ese famoso
poderío, ya que aquí siempre torea animales con muy poco poder y como los
revienta con su muleta como si fueran carne de matadero, su toreo siempre luce
vulgar y desproporcionado.
Claudio Fermín |
Pero lo que
no se nos debe de olvidar es que la supuesta máxima figura del toreo que tanto quiere
a la afición venezolana, cometió una incalificable tropelía en su última actuación
en este recinto. Un descaro. Un abuso intolerable que lo dejo en absoluto
descrédito ante la poca afición inteligente y propositiva que todavía queda en
esa plaza.
Enrique Ponce |
Quienes taparon la vergonzosa actuación de este
diestro (todos sabemos donde
trabajan) quedaron deslegitimados como críticos para siempre, cuando unos días
después de su irrisoria salida triunfal en hombros, yo recuerdo estimado y
amigo Positivo cuando usted público en el Diario Vea que el mini dictador ganadero de Hugo Domingo
Molina matando el capricho del torero
valenciano manipulo el sorteo para no tener que sortear con el fin de lidiar lo
más cómodo -para sus intereses- de un encierro (supuestamente afeitado)
compuesto por novillitos escurridos, sin presencia alguna, inválidos y mansos,
por más señas, hasta el punto de dar pena y burlarse de los miles aficionados
que asistieron a su “fiesta” esa tarde.
Enrique Ponce |
Si el futuro de la fiesta en América y de plazas como
san Cristóbal está en manos de figuras como Ponce que dicen que aman
tanto a la fiesta y afición de nuestro país, no debe de extrañarnos que esta se estar
derrumbando por un precipicio.
La duda es ¿El domingo se reivindicara ante una
verdadera corrida de toros o tratara de tapar sus tropelías en contubernio con
sus alternantes?
Roca Rey (que anda en estos tiempos dando la talla y
que hablar) Cesar Valencia, el único atractivo figura nueva que
actualmente tiene la afición venezolana
en el escalafón.
Justicia y libertad por una patria taurina.
Qué somos. Qué es el toreo. Cada día que pasa,
cada tertulia frentista de los paniaguados de algunos políticos del partidos
del PSUV por parte de los defensores protectores de animales, cada cesión de voluntad hacia el
poder global simbolizado en la banca (que no tiene patria), cada cesión frente
al poder nacionalista (que tampoco tiene patria), siento que el toreo es la libertad llena
de patria. Mi
patria, al menos. Que consiste en una forma de percibir la vida, las relaciones
humanas, una forma de sentir, de poner en valor palabras como esfuerzo,
lealtad, sacrificio, pasión… Porque podemos discrepar entre los afines, pero nos ancla al suelo del
corazón del mundo la misma fuerza de gravedad: el toreo. Eso es opino el toreo.
El ADN de
todo los españoles y los descendientes de españoles en América, el ADN de
nuestro paso por cualquier parte de Europa que visitamos, eso somos,
porque lo fueron nuestros antepasados. Esta afirmación tan desusada, que los
sin patria calificarán de arcaica, trasnochada o caducada, es la que esta
sociedad trata de desterrar. De aparcarla en el baúl del pasado. De avasallarla en nombre del progreso.
Por esta razón somos tan incómodos. Han
fabricado un catálogo en el que no entramos. Cada aficionado que se emociona o cabrea, cada pase,
lance, estocada, cada paridera, paseíllo, sequía…cada cornada, cada
sangre, les recuerda a unos y otros de los dos bandos, quienes
fuimos y quienes somos. Somos eso que les recuerda la aldea donde nacimos y que tratan de
olvidar: nuestro pasado y presente. Somos quizá, esa mirada de gentes de bien
que les recuerda que practican esa traición cainita que consiste en cerrar bajo
llave todo lo que nos hizo distintos a un alemán, a un belga o a un chino.
Se escuchan rumores de nuevas guerras este invierno entre toreros, empresas, subalternos… Creo que de eso se alimentan los dos
bandos que nos
excluyen o prohíben.
De esta relación amor/odio en la que ninguno tiene razón y todos tienen su
verdad. Es decir, el panorama más perfecto para el diálogo. El diálogo incluso de los que
discrepamos tan feamente con la palabra o el escrito. Si un día esas verdades de cada
cual lograsen encajar en una misma dirección, el toreo tendría la fuerza que
tiene el viento en los días donde los huracanes recuerdan a todos que lo
natural jamás podrá ser prohibido.
LIbertad pensamiento, libertad por ser taurino. |
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