lunes, 22 de agosto de 2016

JUEZ AGRARIO DE LA REGIÓN CENTRAL PONE REPRESIÓN Y EN PELIGRO A LAS CORRIDAS DE TOROS

  Uno de los atractivos de las corridas de toros y en general la fiesta taurómaca es que se parece a la vida porque reúne cosas muy diversas. Color, fantasía y misterio. Está relacionada con muchas artes porque hay en ella algo espontaneo que surge y luego desaparece, como el teatro. Pero no se puede juzgar a la gente de manera severa. Hay gente que tiene sensibilidad para la música y gente que no la tiene. Otro la tiene para la pintura o para la poesía.

  Es verdad que las corridas de toros se identifican mucho con la tradición española; también hay mucha afición y tradición a las corridas de toros en otros países.


         
  Lamentándolo mucho cada vez nos damos cuenta todos los venezolanos que el equipo gubernamental del chavomadurista que dicen ser Revolucionario, Socialista y Democrático están meando fuera el perol. Para que se comprenda bien esta vaina la están cagando pero de lo grande. 

  Cuando estaba el Presidente Chávez en vida había muchísimas fallas en su mandato algo que él, cómo primer mandatario, lo reconocía y él trataba de encarrilar las cosas por el mejor camino para que el pueblo venezolano pudiese vivir a gusto. Pero con el Presidente Maduro es todo lo contrario ya que este país se está hundiendo en un voladero sin fin. Todo esto acontece  por culpa de unos carajos que están en el equipo de gobierno de Maduro que hacen lo que les salga de sus cojones. Hacen y proponen leyes como les parezca mejor sin respetar al pueblo soberano de Bolívar que los colocó en el poder de una u otra forma con el voto que le concedieron a Maduro. 


  Seré directo y específico en esta reseña ya que me voy a dirigir a un fulanito Juez Agrario de nombre Héctor Benítez. Éste de repente apareció como el gran Chapulín Colorado convertido en el súper héroe de los que están en contra de las corridas de toros. 

  Este carajo en el mes de marzo en plenas ferias taurinas introdujo una sentencia para que las corridas de toros no se dieran. Ahora digo yo: ¿quien vergajo es este tío para prohibir estos festejos? explíquenos ¿con qué derecho se toma estas atribuciones? ¿Por qué no prohíbe el beisbol que viene de una cultura de los americanos ya que este gobierno en cada momento critican a los norteamericanos y sus allegados parientes se la pasan de viaje en los Miami de lo lindo gozando un bola?  

  No quiero imaginarme y mucho menos pensar que ya estamos viviendo en un país dictatorial y lo digo porque ahora resulta que este Juez Fantasma Chapulín Colorado, que tiene más cojones que todos los toreros unidos, nos quiere quitar a mí y a todos los aficionados venezolanos taurinos de Venezuela lo que nos gusta que son las corridas de toros. Lo más cojonudo y apostaría que este juez no ha consultado esto con la máxima autoridad cómo lo es la PRESIDENTA DEL TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA Gladys María Gutiérrez Alvarado y los magistrados de la plana mayor.


  Estoy completamente seguro que el Presidente Maduro no aprobaría esta decisión de este Juez Chapulín Colorado y mucho menos la Primera Combatiente, que en dos oportunidades cuando la entrevisté siendo Presidenta de la Soberana Asamblea Nacional, me manifestó que le admiraba y respetaba a todo aquel se parara delante de un toro, además de esto le gustaba las corridas de toros. Giuson Fernando Flores, hermano menor de la primera dama Cilia Flores le atraen estos festejos, de hecho en dos ocasiones me lo conseguí en las gradas de la Feria del Sol en Mérida. 

  Muchos que están con este Proceso Revolucionario son aficionados taurómacos: los Gobernadores García Carneiro y Vielma Mora, la Ministra Iris Valera, la Ministra Gladis Requena, Juan Barreto, la gran periodista Desireé Santos Amaral, hasta el mismo Vicepresidente Aristóbulo Isturiz en su juventud quería ser torero, solía pasarse con algunos novilleros para tomar entrenamientos para ser torero, entre otros  gobernantes. 

  Si yo fuera este Juez me lo pensaría primero antes de tirarme ese peo. ¡Que Dios lo agarre confesado!

  Detrás del magistrado esta una movilización que se ve en nuestro país hay unos partidarios del partido político PSUV antitaurinos y otros que no pertenecen a esta tolda política que están por convicción, pero hay algo peor que eso, y es que estos antitaurinos están siendo apoyados ahora por este Juez y el Defensor del Pueblo ¡Hay que ver! sostiene ustedes que “una langosta o un congreso sufre más que un toro”, pero admitirán que de este sufrimiento no se hace un espectáculo. Pues yo creo que de la gastronomía también se hace un espectáculo, porque no solo entra  por nuestra garganta o por el estómago, sino también por la vista de todos nosotros que disfrutamos de estas exquisiteces alimenticias que proviene del mar.

                
  Señor Juez ¿está usted de acuerdo y es justo que chivos, conejos, gallos, palomas, gallinas, no sufren cuando están siendo sacrificados por los santeros o brujos para crear sus trabajos esotéricos de magia negra? El cien por ciento de los que están montados en buen cargo político del chavismo apoya esta aberración porque pertenecen a este mundo diabólico. ¿Por qué cree que se debe prohibir las corridas de toros?, aparte de un agravio obvio a la libertad individual, es “Jugar a la mentira”, como dice el artículo premiado.


  Para terminar esta reseña, estos carajos del equipo gubernamental del partidario PSUV están llegando al origen de la antitauromaquia  moderna como lo  fue en la época de la Alemania Nazi. Como sea, hay hechos, los que se desprenden del fanatismo animal de Hittler, como La Ley General de Protección Animal –primera en la historia mundial- de la Alemania Nazi, la veda de usufructo de especies usadas en la caza deportiva, la de comercio, o el hecho sustantivo, poco menos que simpático, ocurrido la primera vez que un nazi estuvo en una corrida de toros: el vómito de Himmle en la corrida de Madrid, cuando Franco invitó a la delegación alemana, alternativa de Sócrates Marcial, y cuando el alemán inventor de la inmoralidad moderna se retorcía de espasmos por físico o práctico asco a la tauromaquia, mientras a su espalda, pasando por Francia, el oriente europeo se perlaba en campos de exterminio de humanos.


Otro hecho, indudablemente menos gástrico y comentado por Arendt: el fusilamiento de dos soldados de la guardia pretoriana (por poco escribo petroriana) del Führer, culpables del imperdonable delito consistente en patear a uno de los amados perros pastor alemán del Führer, quien profesaba un amor ilimitado por las bestias, era vegetariano, odiaba las corridas de toros. Himmle y su asco singular manifiestan en Madrid, frente a Franco y las fuerzas vivas de España reunidas en pleno en la Plaza de las Ventas, que es necesario acabar con la porquería taurina. De allí se desprende el movimiento animalista como un cuerpo organizado, con jerarquías morales discutibles, un cuerpo subsidiado, profundamente conocedor del poder de la propaganda recalcitrante, intolerante, totalitario, que no ceja, ni observa.
                       
Heinrich Himmle

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