En una oportunidad Orson Welles dijo que el torero es un actor al que le suceden cosas de verdad. Su obligación es saber contarlas.
Aunque un par de orejas sirvió para certificar la apabullante superioridad profesional de Erick Cortez, un matador que hay que reivindicar en el cuadro de honor de esta extraña temporada que se adentra en las recientes ferias taurinas 2015. El caraqueño ha conseguido pulir hasta la más mínima arista de su concepto -y todo lo que hace delante de los toros- con absoluta y autentica exposición parece dibujado por un pintor de trazos limpios y rotundos.
Erick Cortez estuvo simplemente perfecto con el primer toro de su lote, un toro que al final del último tercio rompió a ser noble, de escaso gas que no era amigo suficiente para mostrar el excelente momento de Erick Cortez, uno de los hombres imprescindible del toreo nacional.
¿Por qué puede Erick Cortez arrebatar y enardecer? ¿Por qué puede Erick Cortez suscitar fervores? Sencillamente, porque es un artista autentico, cuyo quehacer se desenvuelve al margen de la vulgaridad, de la rutina y de la monotonía. Erick Cortez es distinto a los demás toreros actualmente en activo y punto.
Pese al peligro y dificultades de mansedumbres, de poca colaboración y escasa entrega que derrocharon los pupilos del ganado de Juan Campolargo, la terna cumplió y además de esto cortaron las orejas y agradaron a los aficionados que abarrotaron los tendidos del coso aragüeño.
Desde que salió el toro vimos que Erick Cortez venía dispuesto a formar un alboroto, a pesar de que el toro no era un toro de calidad, de hecho fue castigado con banderillas negras. Para empezar obsequió al respetable unas series de verónicas muy radiantes, alegres, matemáticas, suaves y floridas finalizando con una portentosa media verónica la cual dejó encantos en los tendidos que no cesaban de aclamarlo durante la lidia de sus dos toros, fue recompensado con fuerte ovación.
Cortez, ya identificado con el toro elevó una faena de plurales aciertos con ambas manos, inició esta gran lidia por doblones toreando por alto sin someterlo mucho para no ahogarle, rematando con un exquisito pase de pecho. El efecto de esto fue que el público maracayero se volcara y se entregara totalmente al torero de Caracas.
Erick Cortez y “Campeador” escribieron al final del ultimo tercio una bella pagina de la historia del toreo. La lidia que el caraqueño dio a este toro de Juan Campolargo con la muleta alcanzó la perfección. Por su planteamiento, siempre en función del flojo y rajado animal, manejó la muleta con extrema suavidad, en series de naturales cortas al principio y después más largas, de uno en uno pero rotundos; por la técnica tapada, de temple espléndido; por el ritmo y por su belleza en conjunto; por el sentimiento del torero y por el clamor del publico. Pero toda la faena que realizó a este primer toro Erick Cortez la ejecutó con la mano diestra, logró ligar hasta cinco pases con la mano muy baja y con mucho temple, ofreció un toreo artístico, clásico y macizo, verdaderamente una faena excepcional acompañados con extraordinarios remates de molinetes y de pecho. Por el lado izquierdo el de Campolargo tenia mejor recorrido planeaba mejor sus embestidas pero el diestro solo saco pocos pero excelentes pases de pinceladas suficiente para demostrar lo buen torero que es, tres tandas y fue mucho lo que surgió de allí por eso comencé reseñando esta faena por este pitón porque fue lo que mas me gusto de esa faena. Pero pasó lo inesperado en un momento en que el diestro fue alcanzado por el toro ocasionándole un fuerte desarme lo cual gracias a Dios que no paso a daños mayores. Con toda sinceridad Erick Cortez dio una gran tarde, de torero hecho. Con cabeza, una técnica muy depurada y con elegancia. Despachó la faena con una gran estocada entera muy certera con efecto fulminante, la cual el juez de plaza le premio con las dos. Del segundo toro, paso del tema, no valía un duro.
“El Fandi” solo logro endulzar al concurrente aragüeño con lo único bueno que él sabe hacer que es la suerte de banderillas, del resto todo lo que deja patentado con lo garapullos se olvida de manera súbita. Que mal torero este fulano “EL FANDI”!, pero esto no termina aquí, el colmo es que este espada ibérico no sabe torear con la muleta, tomar en su desespero y en vista que no lograba calar con el público que sabe el significado de la lidia, tubo que recurrir a las payasadas de torear a un estilo que solo él conoce y el poco publico que estaba pasado de curda lo veía todo bonito sin ver la gran cagada gorda estaba haciendo el diestro granadino. Ya que para estos malos aficionados, ellos le pueden decir que si sabe torear.
Ahora bien el publico conocedor viendo tal ridiculez estaba súper embroncado con el payaso de trapo de luces. Al final todo quedó en que un jalabolas, amigo del “EL FANDI”, le pegó un toque telefónico al Juez de la Comisión Taurina para que le regalara una oreja en el primero y una en el segundo. ¡Hay que ver! Fuerte pitas en sus dos actuaciones.
Miguel Abellán consiguió el triunfo del pundonor y de la valentía, sacando gotas de agua de una fuente de gran provecho. Abellán con el único toro realmente bueno de su lote, dibujó un templado toreo de capa con rodillas en tierra y completó la faena de buena ligazón, de buenas formas, de buenos muletazos, de tal manera que puso los tendidos en erupción de un volcán ardiente. Creo que sobró demasiado guiso. El toro no era para indulto ya que no humillaba, embestía con la cara alta al final de los muletazos. Señores, este chico anda mal con el estoque, y es ésta una de las razones por la cual él insistía en el indulto del novillote de Campolargo, es que si no acertaba en el morrillo se perdía todo el encanto de la faena que había realizado en su primer toro y además de esto los apéndices.
En el segundo era un toro sin entrega, tenia media arrancada y era muy complicado fue una faena breve y sin mucha coba. Estocada entera tras pinchazo, ovación.
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