miércoles, 1 de abril de 2015

Con toros de faenas grandes Benítez puso a todos en su sitio...!!! y sin cortar las orejas...


     Vengo cargado de noticias que van dirigidas a los acontecimientos del pasado fin de semana en la Feria de San José 2015.
Menos mal que yo estoy solo en esta travesía a la hora de hacer mis reseñas porque a la hora de que alguien le disguste algo sobre mis notas ya saben a quien dirigirse. Hay noticias para todos los gustos. Asistí a estos famosos eventos taurinos con hambre de ver un festejo que verdaderamente valiera la pena y por suerte la pude conseguir y disfrutar. Sin coba alguna una de las mejores entradas de la feria de San José fue propiciada por la primera figura nacional del momento, la del caraqueño “LEONARDO BENITEZ EL LEON DE CARACAS”.

     Leonardo Benitez “EL LEON DE CARACAS” ha conseguido desnudar el toreo de todo artificio y el trazo es puro, cristalino, desnudo… El de Caracas se ha olvidado de componer la figura, no se mira en ningún espejo y la belleza brota por sí misma convirtiéndole en uno de los creadores imprescindible del frondoso árbol del toreo.

     Vayamos a los acontecimientos más interesantes de la corrida. Quiero manifestar mi molestia con el barbero que le correspondió arreglar los toros de ambas ganaderías, se pasaron de la raya con la presencia de los pitones del primer toro del “EL LEON DE CARACAS” que se entienda que no quiero quitarle importancia a este toro ya que fue muy interesante durante su lidia. A mi parecer aunque el diestro caraqueño Leonardo Benitez no haya cortado las orejas por culpa de no acertar con el estoque, más allá de las exigencias estaríamos hablando que pudiera haber cortado  una en el primero y dos en el segundo. 

     La cosa quedó en que el triunfador de la primera corrida ferial fue Leonardo Benitez, aquí le dejo este lío arréchese quien se arreche pero es así y punto. Pero lo mas arrecho es que muchos decían que Benitez estaba ya ido por lo visto en los dos acontecimientos en sus tres ultimas comparecencias en las ferias de San Cristóbal y Mérida 2015. 

     Por lo visto creo que están pelaos hay Benitez por un buen rato!. Lo importante es que convenció a los que verdaderamente sabemos de este asunto taurino, estuvo sobrado con un toro con movilidad y clase. “EL LEON DE CARACAS” puso un toreo de arte lleno de verdad, siempre he dicho que entre los valores de cualquier matador de toros destacamos siempre algunos principios fundamentales: el valor, la capacidad técnica, el temple, la pureza. Pocas veces hablamos de la inteligencia. Ese rayo que va de la muñeca. La solvencia que asienta los pies, que le da peso al cuerpo para asentarse y fundamento al corazón para que lata despacio. 

     Ningún aficionado va a las corridas por sadismo, a ver sangre. Todo lo contrario… ese aficionado va en busca de la magia, de belleza, de eso que llaman `instante que detiene el tiempo` y todo eso lo reúne Leonardo Benitez; es una emoción difícilmente explicable pero que hasta el más ego en la materia, también experimenta. Sobran las palabras.

     Ahora bien la magia apareció el sábado en la Maestranza de Maracay. El toreo distinto, personal y hondo. Ese duende que estremece por lírica de la torería, la inspiración, la sorpresa, la fantasía, el arte. Un buen toro lidiado en el segundo lugar y un torero, de Caracas, Leonardo Benitez, se fundieron en uno para componer una obra rotunda, bien vivida y de extraordinario empaque. Ese segundo toro de su lote, fue el que mejor juego dio en sus embestidas, mucha movilidad y desigual fondo. Frente a él un Leonardo Benitez que ya había dejado atisbos de presencia en su primero y que se encajó con éste hasta redondear una faena hermosa y profunda. Sus mejores argumentos de gran matador lo mostró con una explosiva lidia en capa lidiándolo con cinco verónicas con las manos muy bajas rosando los cojones como debe ser y un remate de revolera muy artística. 

     Anunciación de la faena con la muleta, tan grande como se esperaba y se quería, fue capaz de perfumar el graderío extraordinario, pases en derechazos y al natural..., que bien toreó “EL LEON DE CARACAS”!, con ese sentimiento auténtico que hace que la rama del apellido y su nombre no se marchite. 

     Hay que admitir que la mejor faena de la tarde fue la de este matador. Un diestro que todavía puede  forjar su toreo en gran proyección con sitio, temple, empaque y profundidad en cualquier plaza de toros que se le contrate. Sin ir más lejos los buenos espectadores de esta hermosa Fiesta Brava por fin consiguieron salir satisfechos de ver una de las mejores faenas, más esplendorosas de todas las ferias que se hayan podido presenciar en esta arena aragüeña.  Pero de todas  las cosas  que pude detallar solo una tanda de naturales y derechazos quedaron grabados en mi memoria. 

     ¡Pobre del torero que no tenga ni quien le aplauda ni quien se meta con él! Un torero también es un espejo donde el espectador refleja sus mezquindades, sus frustraciones y, cómo no!, sus generosidades y sus orgullos. Esto es lo que pasa con “EL LEON DE CARACAS” para mí, insisto y lo repito como el ajo, el asunto está clarísimo, el mejor espada y la mayor faena resultó ser de este magnifico torero. Estocada fulminante pero defectuosa, fuerte petición de trofeo pero el juez de plaza cree que esta en Madrid. Saludo desde los medios. 

     En el segundo toro difícilmente encontrará “EL LEON DE CARACAS” un amigo que toreando en salón embista con la nobleza, el temple y la fijeza con que lo hizo este toro tan extraordinariamente bueno que exigía un torero que estuviera a la altura de su calidad. 

     Y así toreó, como de salón, disfrutando y gustándose, con un temple y una clase absoluta. Ya se lo pueden imaginar: una antología de buen toreo. Un capote de excepción, cadencioso como la seda en la brega, ampuloso y templado en el toreo de lucimiento; torear mas lento cuando se quiere es imposible, mas no se puede pedir para el diestro, las verónicas fueron monumentales, templadas, acabadas, ligadas y la media verónica, de clamorosa expresión, para el público esto no era suficiente porque quería ver mas de “EL LEON DE CARACAS”. 

     Había estallado un volcán que, tras rugiente explosión, lanzó al espacio la ardiente lava. Ya estaba encendida la pasión y en ella otra gran tarde de toros inolvidable. Con el engaño muleteril se presagiaba un hermoso toreo y un brillante desenlace ajustado limpiamente para la historia taurina de Venezuela. El animal embistió con ritmo, con suavidad. Benitez siempre instrumentó desde el inicio una faena impecable tres series de toreo en redondo, limpio, hilvanado y muy al compás. Sin embargo el burel se rajó en tablas, obligando a Benítez instrumentar su faena en las querencias bnaturales del de Campoalrgo. Confiado tras la última tanda se echó la muleta a la mano izquierda y compuso dos series de naturales extraordinarios. Temple, suerte cargada, fibra, empaque. 

     Muy a gusto, dueño de la situación, el diestro se terminó de abandonar en otras series de naturales al compás abierto que fueron pura filigrana. El conjunto fue un cúmulo de sabores añejos, de eterna tauromaquia con los muletazos con la mano derecha, temple y encantador mando hizo arrebatar los aplausos de las barreras y los tendidos de tan maravillosa Maestranza César Girón. No tardó la banda para premiar el principio de lo justo, hermoso, delicado arte y clase de Benitez. 

     El desmayo, el dibujo, los toques, todo fue inspiración y sabor. Con la espada fue un cañón aunque no fue certera. Fuerte ovación y dos vuelta al ruedo. 

     Con el toro aún en la arena, la Comisión Taurina hizo entrar al ruedo, un camion cisterna con el cual regarían el ruedo maestrante.Falta de respeto mayúscula para con el torero de La Vega, que al parecer su pecado es ser nacido en esta barriada caraqueña y no en algún barrio de la capital aragüeña, pues se vió desde un principio, que la autoridad estuvo en contra.

     No obstante, el que manda es el respetable público que asiste a las ferias y gasta su dinero en las taquillas. Ese público que al final de la tarde, aclamó al torero que no cortó las orejas, sino al que les dejó el mejor sabor de boca, el mejor recuerdo posible de este ciclo ferial Josefino...

     Benítez... una vez más recordaste en el orbe taurino que Caracas tiene un torero que sigue representándole... duélale a quien le duela... y Olé!

No hay comentarios:

Publicar un comentario