martes, 29 de diciembre de 2015

MI OPINIÒN SOBRE
LAS
COSAS DE LAS CORRIDAS DE TOROS.
                                                      
No tengo tiempo para extenderme y manifestar unas cuantas vainas que me gustaría decir reseñándolas en esta columna sobre el particular sin tantos guabineas, lo siento mucho, pero una vez más estoy aquí para hacerles llegar a ustedes la pinceladas escritas bajo unas condiciones técnicas lamentables y encuentren incluso el lector algún gazapón mayúsculo en el improviso texto.

                                                
Pero tampoco puede pasar por desapercibido dejar de hincarle el diente a semejantes disparate carente de la mínima torería, y cuando digo torería digo torería, esa cualidad propia de los algunos toreros a coleta cualquiera, y si ustedes lo desean entremos en esa cualidad propia de los toreros que debemos exigir como mínimo a coleta cualquiera, y si ustedes lo desean entremos en debate en el apartado de comentarios, que me encantaría siempre entendiendo las circunstancias actuales del Blog Ferias y Fiesta de Venezuela, porque esto ya está pasando de castaño a oscuro y la vaina que les muestro nos viene a indicar, sin ningún género de dudas, que estamos en manos de auténticos gañanes que desconocen por completo como debe conducirse una luminaria que pretenda serlo en la parrilla al rojo vivo del ruedo. 
                                                      
Para empezar, pensemos cada uno de nosotros en un torero de nuestro gusto de cualquier época, deleguemos es su apoderado, ¿qué torero grande mendiga guarrindongos reconocimientos en premios absurdos que no sirven para nada?
Pero esta pregunta, siendo la clave, se queda en nada ante la torpeza que supone el daño que le va a hacer al premiado la osadía en cuanto se le vaya un pie, mayormente en cualquiera  plaza del país, que tiene memoria, o sino al tiempo y después de la ferias de estas tierras.
Hablamos de unanimidad: todos estamos de acuerdo que actualmente la Fiesta Taurina en San Cristóbal funciona de maravilla con la  organización de los hermanos Grisolía. Nada parecido a las cagadas que nos presentó el actual organizador de la Feria de Maracaibo y Mérida el escuálido capitalista hambreado Ricardo Ramírez.


Hagamos memoria y recordemos cuando la Ferias de San Cristóbal la llevaba el hambreado capitalista de Ricardo Ramírez se habían convertido algo parecido a la de los negros del sur de los montes Pirineos, y todos los aficionados taurómacos estamos de acuerdo a sí mismo en que en breve tendríamos que emigrar a un escenario taurino donde pudiéramos ver el espectáculo en su esencia donde se respetara a los aficionados taurinos, ya que somos lo que mantenemos vivo este espectáculo pagando una suma de dinero bastante alto por el costo por la entradas.
¿Ahora cómo es posible esto, si los protagonistas en estos momentos son los mismos y lo podemos observar en Maracaibo Y Mérida?
O sea que mientras en un país de pocos toreros que muchos no valen un duro, ganaderos y empresarios cuidan al máximo todo lo que tenga que ver con las corridas de toros, esos mismos toreros, ganaderos y empresarios campan a sus anchas por la península pulverizando un mercado que en breve será ruinoso. La explicación a fenómeno tan llamativo creo yo que reside en la postura de la afición andina comparada con la del centro del pais.
                                                                     

Mientras allí lo prioritario es la defensa a ultranza de todo lo relacionado con el toreo en su conjunto, exigiendo integridad hecho el público una piña, aquí la afición se dedica a propagar rencillas entre unos y otros con el consiguiente regocijo para todos aquellos tunantes que viven a costa de sacarles el dinero, dándoles a cambio un espectáculo basura.
Desde que estoy en la red mi decepción en este sentido es total, entré a participar en este medio aportando desinteresadamente mi granito de arena para ayudar a la depuración de lo que ha sido el motivo de mi vida, y, tras meses con el Blog abierto, aquella esperanza inicial creyendo que ustedes serían los salvadores de una situación que considero terminal, se ha convertido en un pesimismo que no soy capaz de quitármelo de encima.
                

Sí, ya sabemos que la culpa es de los taurinos, taurinillos y taurineadores venezolanos, ya digo, los mismos de lo que organizan las ferias de varios estados del país, pero ahí se atasca toda postura y reivindica acusándose unos aficionados a otros de verdaderas herejías, tirándose a matar, sembrando el odio entre ellos, que a mí en mucho casos me ruborizan hasta el punto de que empiezo a renegar de algunos nombres. Vamos a ver si nos aclaramos, ¿quiénes son los taurinos? ¿Los taurinos somos todos los profesionales que con mejor o peor fortuna formamos parte del staff?. 

Por favor, creo que ya somos bastante mayorcitos para la gracia, no hagan ustedes el ridículo de esta manera. ¿O será que los taurinos son los profesionales del toro que se relacionan con los demás, y no conmigo, no son taurinos aquellos que se relacionan con nosotros los que estamos en este gremio? Porque no entiendo yo qué diferencia inmoral puede existir, a no ser la envidia, en que uno se tome un par de tragos con una gran figura del toreo o a que se vaya de comilona en algún sitio con mi apreciado amigo Nelson Grisolía y otros organizadores taurinos que estimo y no por intereses sino por una verdadera amistad.
                                                                   
No se enrollen la vida, entre los profesionales del toro también existen las personas honestas, las menos, pero haberlas las hay. Estas personas, se trate de matadores de toros, ganaderos o periodistas -en el empresariado se da menos- somos aquellas a las que los corrompidos del poder nos tienen relegadas y, con mucho más mérito y talento en la mayoría de los casos, nos tenemos que conformar con las migajas que genera una industria del ocio que en otras manos sería próspera para cualquiera y que bajo el control de cuatro mafiosos comienza a tambalearse.

Un caso curioso conozco y me trato con matadores de toros muy buenos que han sufrido muchísimo el hecho de tenerlos sentado en el banquillo y no se le den oportunidades.
Pues bien, estos personajes de la que hablo, entre los cuales obviamente me encuentro por ser cronista, repito, tanto matadores como ganaderos como periodistas, en cuanto la afición se propusiera y lograra un alzamiento, estarían completamente de parte de ella. Seguramente achantados al principio, pues en las interioridades de la Fiesta los rebeldes.
                            
Estamos señalados y cualquier desacato se paga caro, pero a medida que fuera cuajando una revolución en toda regla estoy seguro de que públicamente apoyarían cualquier motín.
Lógicamente, pues son ellos los principales afectados, las verdaderas víctimas. Es en estos profesionales en los que se ceba tan injusto y tremendo desequilibrio, ellos son los más interesados en relegar a una serie de personajes a favor de que los mandos los tomen otros, que vinieran a resolver situaciones laborales que todos padecen con aguerrido silencio.
Así que ya saben, los taurinos, taurinillos y taurinadores, son los mismos aquí en Venezuela y en otra parte del mundo donde se practique y se disfruta esta hermosa Fiesta de las corridas de toros, la que no es la misma es la catadura de los aficionados. Esto y un ruego, cuando se hable de taurinos vamos a ver si somos capaces de matizar el término en beneficio de todos. Gracias.
Para los que no saben la definición de la palabra guarrindongo  <Persona> Que actúa con malicia y desconsideración, sin importarle el daño que pueda causar: Sinónimos: guarro, cerdo, cochino, puerco.


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