miércoles, 7 de septiembre de 2016

Una petición para los Señores de la Alcaldía de San Cristóbal!!!


     Desde el primer instante en que todos los aficionados nos enteramos que  los organizadores de la Feria Internacional de San Cristóbal serían los hermanos Grisolía fue un privilegio que fueran los representantes en todos los asuntos relacionados con la actividad taurina en esa capital andina, La familia Grisolía está plenamente identificada con el toreo a caballos y ganaderías, son espejo de espectáculo de la clase brava, grandes apoderados, han sido, si no es que siguen siendo, los mejores empresarios, y ahora están para seguir la tarea de demostrar que son también unos grandes organizadores taurinos. Los Grisolía han venido ejerciendo las funciones hasta la presente fecha, en estricto apego a lo dispuesto en la Ordenanza Municipal que rige a los espectáculos taurinos en la capital, orientando sus actuaciones de manera especial a la defensa de los derechos de los miles de aficionados de Venezuela que consideran a la tauromaquia como parte de su vida y cultura fundamental. 



     Venezuela tiene una riquísima y maravillosa tradición taurina ininterrumpida de muchos años, pues los primeros registros históricos documentales lo demuestran, que en nuestra región andina en especial la capital tachirense ya por el año muchísimo tiempo disfrutando de esta hermosa fiesta taurómaca, se celebraban corridas de toros como parte de la vida cultural. 

     Por este motivo,  la importancia que tiene la fiesta brava para la capital andina disponiendo literalmente que: “Se reconoce a los espectáculos taurinos a la usanza española, como tradiciones inalienables de los andinos y todos los venezolanos, siendo deber del Municipio fomentarlos y difundirlos como acervo cultural y elementos irrenunciables de la identidad histórica de San Cristóbal”. 

     El carácter eminentemente popular adquirido por la fiesta brava a lo largo de los últimos siglos en esta capital, sumado a la importancia internacional que fue adquiriendo la realización de la Feria Internacional de San Sebastián, tal hecho hicieron que en su momento el Ilustre Municipio del Táchira tuviera ese caché, y se tomara así mismo conciencia sobre la necesidad de normar el desarrollo de este extraordinario espectáculo de masas, en beneficio de la colectividad. 

     El logro y prestigio alcanzado por la Feria Internacional de San Sebastián a la que se ha llegado a calificar como una de la mejores de América, no es únicamente consecuencia del trabajo, afición, cariño y apego a las tradiciones culturales de autoridades, empresarios, ganaderos, toreros, prensa especializada y público aficionado en general, pues en gran medida esto ha sido posible gracias a haber contado con un robusto marco normativo, amplio, rígido, exigente que ha estado expresado a través de las sucesivas Ordenanzas Taurinas emitidas por el Ilustre Municipio de ese estado andino, orientadas a precautelar la integridad y pureza del espectáculo, en beneficio del público aficionado y en defensa de sus derechos. Por eso su Municipio reguló entre otros aspectos, desde cómo debe efectuarse la confección de los carteles de la Feria de San Sebastián, hasta los requisitos mínimos que debe cumplir una res para poder ser lidiado dentro una corrida de toros. 
  
Toros de la Ganadería Santa Fe, en los corrales de San Cristóbal.

     Si en algo podemos estar claros, es que esta organización de los Hermanos Grisolía ha cumplido cabalmente con todas las solicitudes a diferencia de otros organizadores que no cumplieron como Ricardo Ramírez que se burló de los aficionados cuando mandó, durante su gestión como organizador de la Feria de San Sebastián, unas vergonzosas becerradas destetadas. De esta forma, el espectador que adquiere una entrada a una corrida de toros, tiene la total certeza de que su Municipio Andino ha revisado previamente, que el espectáculo al que se asistirá, será en todos los aspectos posibles, de primera calidad. 

     Sin embargo, toda esta importancia cultural, histórica, social e incluso económica que tiene la fiesta brava en la ciudad de San Cristóbal, se ha visto cumplida por parte de los Hermanos Grisolía simplemente porque respetan a los aficionados taurinos de Venezuela y por la gran afición que ellos tienen.
              

     Termino la presente comunicación, haciendo una cordial invitación a la Alcaldía de San Cristóbal, a efectos de que la misma recupere la verdadera importancia que siempre ha merecido la Fiesta Brava en la ciudad, como parte del patrimonio cultural inalienable de este estado andino, herencia de nuestra estrecha relación histórica con España y Francia del propio mestizaje que tanto nos caracteriza.

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