Creo que hay periodistas y cronista taurinos independientes, buenos y malos, que todo hace por dinero y con su pluma perjudican a personas del entorno político y empresarios taurinos.
Tenemos entre estos sujetos a Víctor José López apodado “El Vito” del Diario Nuevo País como todos sabemos este “Fulanito El Vito” es un gran profesional mitómano.
Pero todos sabemos que este Chulo del “Vito” con una buena suma de billete gordo en sus manos y colocando a uno de “sus toreros mexicanos” habla maravillas de los organizadores taurinos. Pero si no hay nada que le beneficie él ataca con mentiras acabando con la reputación de personas como lo hizo hace dos años con el organizador Nelson Grisolía cuando le concedieron la Feria Taurina de Valencia, la cual no se pudo dar porque la infraestructura del recinto taurino valenciano no se culminó a tiempo por parte de los obreros de la Gobernación de esa entidad.
De igual manera esta conducta la tomo el aficionado taurino Pedro Casanova que lo publico en su blog y otros inmorales que rondan en este gremio taurófilo.
El otro peo fue que “El Vito piojo” andaba desmoralizado luego del éxito que vienen alcanzado los organizadores de la Feria de San Cristóbal, los Hermanos Grisolía desde que tomaron la lidia de estas Ferias Internacionales Andinas.
Es evidente que no ha podido salir del desorden mental que pesa sobre su existencia, y más aún, en los predios de su cada vez solitaria oficina que ya nadie visita del Diario Nuevo País.
Esas palurdas estrategias de descalificar a los organizadores Hermanos Grisolía es por una sencilla razón, de que no le complacieron en nada de tus groseras imposiciones y exigencias, arbitrariedades de vieja data en nada fueron de provecho.
Con la corrida de los venezolanos echaste peste y quisiste hacer juicio de valores hacia los espadas nacionales con la intención de “marear” a los organizadores y tratar de penetrar en los espacios a tu manera y como ya lo he dicho al inicio de esta reseña con el “BILLETE GORDO” y confeccionar carteles donde incluyan a tus toreritos mexicanos. La pediculosis que lleva sobre tus lomos te está llevando al cuarto de los “viejos llorones y perdedores”.
Siempre intentó sobresalir en los fríos salones de las escuelas española y mexicana confundido y atrapado por los gobiernos autoritarios de Franco y Pancho Villa.
Nunca lograste asomar el aprendizaje taurino en una comunidad o en un cuerpo de buenos periodistas taurinos para ejercer lo bueno de esta hermosa fiesta taurómaca, solo te uniste a una virtud o potencial que te haría diferente a los demás. Más bien, exteriorizaba la torpeza de un joven que se dejaba arrastrar por los complejos y baja autoestima. Se atrevió abordar otros espacios en su columna taurina con la política donde no cuajaba sin “pegar” las metas trazadas. El hambre, el rechazo de sus coterráneos y la inmensa deuda producto de sus malas ideas fueron los puntos definitivos de su expulsión en el Bloque de Armas poco común para la época. “El Vito” chocó con la fiesta brava perdido como los locos y así contraer nupcias con un arte que da para muchos, sobre todo, para este hambreado que no hallaba cómo hacer para lograr hacer sus trinques. Desde entonces, el recorrido del novel “escritor” del “El Vito” en el maravilloso mundo del toro ha sido con letra muerta, pobre y carente de imaginación. Su talento como lisonjero y adulador lo llevó por suerte a tocar las puertas del “paralelo” de San Martín, en sus páginas taurinas. Como una especie de “chofer de avance” trajinó en los corrillos de las ferias del país para sostener sus angustias y pesares. ¡No mejora el enfermo! El “escritor” mexicanista es un individuo cerrado, anacrónico y fuera de tono con lo que desea difundir.
Recientemente se le salió uno de esos frecuentes petardos que le encanta recurrir en el periodismo al no recabar ciertos datos que le dieran algo de credibilidad en sus cuentos bufos. Como este “escritor” “El Vito” tiene que rebuscarse en el día a día, siempre abraza la mentira para inventar cualquier locura que se le cruza en la mente e intentar hacer una verdad informativa. Lástima que “El Vito” no ha podido quitarse esa mala maña de manipular las noticias y alterar el orden de los hechos taurinos.
Me contó una vez nuestro abuelo Julio Serrada -padre de “Positivo”- que leyó un desorientado artículo de este “escritor” del “El Vito”, fue tanto los personajes y acciones inverosímiles que terminó diciéndole a nuestro recordado periodista del Diario El Mundo, Rodolfo Serrada “Positivo”: dile al fulanito este del “El Vito”, que no se ponga a decir mentiras porque en el periodismo dichas barbaridades no se vende el periódico y puedes causarles males mayores a la editorial.
Son las cosas que se siguen viendo en los toros, sobretodo, en unos mediocres personajes que pernoctan en los burdeles y cuartos de domestica de pésima reputación.
Sus artículos no tienen nada positivo, ya nadie cree en ellos.
FUERA ESTOS SEUDO PERIODISTAS.
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