lunes, 6 de septiembre de 2021

Luis Pietri inspiró un recital de toreo en El Placer


FERIAS Y FIESTA DE VENEZUELA

POR: RODOLFO GRILLET - POSITIVO.

     Antes de dar inicio a mi nota pido mil disculpas a mis estimados lectores que me siguen por mi Blog taurino por haberles hecho llegar esta reseña demasiado tarde. Aunque no lo crean me sucedió algo cojonudo que no me esperaba que mi computadora se me dañó por un desperfecto de disco duro, permitiendo el retraso, la idea es publicar lo más pronto posible los acontecimientos de los festejos, pero da igual aquí estoy una vez más para decires cada detalle de ese día 21. A veces pienso que dejar esperar a los amables lectores tanto tiempo mi reseña como la salsa KÉTCHUP HEINZ es bueno porque le da más sazón al contenido de mi reseña.  

     Al momento de redactar este artículo, muchos taurinos hasta el momento ignoran lo que aconteció el día sábado 21 de agosto. Una parte de buenos aficionados taurinos de Caracas y de la región central del país querían ver corridas de toros en Las Tejerías, Edo. Aragua, específicamente en el Club Campestre “El Placer”.

     Los meteorólogos muchas veces se equivocan y se dan unos pelones sobre los pronostico poniendo a dudar a muchos. Afortunadamente nuestro Padre Celestial nos obsequió un tiempo de esos que hacen delicioso el día con una nube azul pavo con un reinante y radiante fuerte sol en lo alto para calentar lo justo más aún cuando veíamos que amenazaba la lluvia en otro extremo de las montañas. Lo lamentable fue el diluvio que cayó la noche y madrugada previa, que dejó un pantanal en el redondel, muy a pesar del enorme esfuerzo por poner a tono el ruedo para la cita sabatina, fue imposible acondicionarlo. 

     Ahora bien, lo que los aficionados taurinos esperaban era gozar de las interpretaciones del buen toreo del diestro de Caracas Luis Pietri, desde luego, no podemos pasar desapercibido a sus compañeros alternantes de Manuel Medina “El Rubí” y Homero Polanco. 

     En este tiempo de espera hasta que me hicieran entrega de la computadora aclaré bien mi mente de lo que aconteció en la Plaza de Toros Girón. Lo que más ha impactado durante la tarde dejando a muchos estupefacto fue el diestro caraqueño Luis Pietri por su raza, ganas y gran amor a la profesión. Deja una vez más su gran triunfo registrado en la página de la historia taurina. 

     No me canso de repetirlo, Luis Pietri es uno de los toreros que más y mejor han confortado mi encanto en su toreo, a pesar de no adornar esa genealogía, a veces caprichosa, que etiqueta a quienes son considerados “figuras” del toreo. Siempre he admirado a Luis Pietri porque no tiene clon, es un tío de gran personalidad un potro del hipismo taurino. Que le gusta jugar con el mejor postor para ganar, aunque no venga con ínfulas de proclamarse el mejor   

     El Rubi, torero nato de Margarita, siempre ha sido uno de los toreros más completos del último tiempo, aunque muchas tardes se haya visto obligado a utilizar motivos defensiva para salirse de los líos que emplea los cornúpetos que ha tenido enfrente y pocas las que le han permitido acoplarse en la interpretación de su concepto del toreo, esencialmente muy poco artístico, el primero de la tarde para nada lo bordó. sigue en la misma línea apática estuvo sin sitio, aunque el toro tenia escasa fuerza, pero con ganas de que le formaran un lío, claro este si este torero hubiese puesto su empeño en buscar el triunfo esperado. 

     En este primero de su turno al parecer no lo quería ni ver, porque no se le observó dar un paso adelante y tratar de encontrar el sitio que tuvo en años pasados, fue una faena muy breve, no se le veía a gusto y motivado a esto fue por el estoque para despacharlo súbitamente. Leves pitos. Estoy seguro de que ni el arte ni las emociones entienden de cuestiones, este tipo de matadores de toros, de seguro que ese día, después de la corrida, no cambiaría las sensaciones vividas por nada ni por nadie, pero así es esto de nuestro mundo taurino. 

     Ya en el segundo de su lote “El Rubí” ha creado otro nivel en su toreo, que no es sino la capacidad para ofrecer espectáculo cuando apenas se atisban causas que lo motiven. Así sucedió. un torito muy bonito pisando los cinco años cuyas proporciones anatómicas estaba ajustado al fenotipo del toro de lidia. 

     El matador “El Rubi” por fin pudo tratar de plantarse firme y seguro en el lodazal se puso el torero con él, aunque no igual que al primero de su lote un toro que tiraba en ocasiones gañafones a su muleta. Acabó “El Rubí” parándose, toreando por derechazos dió tres tandas fenomenales, luego se colocó el engaño en la mano zurda el cual el toro tragaba más por ese pitón, pero el margariteño no quiso seguir lidiando por ese lado y optó nuevamente por la derecha para efectuar dos tandas más de buen contenido. Ya conforme el torero por la corta faena buscó el estoque para colocar un espadazo muy trasero pero efectivo que ocasionó la muerte rápida al toro. Dos orejas, ofreció el juez de plaza José Castañeda.


     Se contaba que la referencia principal en la tarde del 21 era Luis Pietri. Todavía mantiene esa apostura de artístico y fino torero que tanto gusta en nuestras plazas. Anda por el ruedo “en torero” y sueña, todavía, con pegarle quince pases a un toro y poner el coso boca abajo.

     Hablaré acerca de calidades, pero no en cuestión de cualidades. Luis Pietri sobre todas las cosas, es un diestro dominador, poderoso, capaz de amoldar el carácter del toro y su condición física al toreo contemporáneo. Y de hacerlo todos los días a la misma hora en distintas Plazas y ante distintos toros. Y, además –doy fe-, también de torear con templanza, ritmo y relajación a los toros boyantes. Como ya lo he dicho siento una profunda y sincera admiración por Luis, una no menos profunda y sincera amistad. Ambas cosas, bien las sabe aquél rubio que vi de niño torear. 

     Pietri ha alcanzado unas cotas de armonía, buen gusto y torería capaces de transportar a los buenos aficionados al disfrute de la euritmia de la belleza. Produce escalofrió pensar qué ocurrirá cuando le salga esos toros como sucedió en El Placer un toro bravo, noble de verdad. 

     Puede elevar el toreo a la categoría de milagro. Hemos tenido suerte de disfrutar de ese grandioso toreo de Luis. Se abrochó con otra importante faena templada, de mucha solvencia, con cadencia y suavidad sorteó en primer lugar un toro exigente que desarrolló genio, pero al que el caraqueño cuajó una faena con el capote a la verónica extraordinario con las manos muy bajas rematándolo con una media con ese sello muy a lo suyo de gran lidiador, dominio y decisión. La faena estuvo fundamentada sobre el pitón derecho y por ahí surgieron los momentos de mayor interés. Con la mano izquierda también cuajó una faena corta pero sublime de dos tandas. 

     Siguió la faena casi en los medios arriesgando mucho ya que el terreno estaba fatal para lidiar en esos lares, seguía toreando sobre el pitón derecho en una serie notable frente a un toro que embestía con movilidad, fijeza y recorrido muy en las tablas cerquita del toril.  


     Sin embargo, el toro cambió bruscamente y a partir de ahí se orientó, quedándose muy corto y buscando constantemente al diestro, que lejos de venirse abajo, tiró de valor y amor propio en una actuación muy meritoria. Estoqueo dejando un espadazo hasta la cinta el cual le concedieron las dos orejas.  


     Daba miedo ver a Luis Pietri mantenerse impávido ante la adversidad, de lo que podía avecinarse, encima ha cortado dos orejas, tras pasaportar al segundo de la tarde, recibe al cuarto que de salida era muy alegre pero que sacó buen fondo para el capote y muleta. Pedazo de tío este torero Luis Pietri, este caraqueño, se empeñó en pegarle bonitos lances y pases al astifino caridelantero que amenazaba con reeditar su “hazaña”, aunque obedece al toque de la muleta y toma los vuelos con nobleza. Sus embates precisan mando. A base de quietud, ¡qué remedio!, Pietri se hace dueño de la situación y acaba mandando en la pelea contra el jabonero sucio de casi 500 kilos fue un ejemplar serio y bien hecho lo toreó de maravilla tanto en el saludo como en un posterior quite por verónicas. 

     Pietri realizó una faena seria, compacta, lenta de mucho oficio, en la que destacaron las series sobre la diestra, por donde el toro embistió con fijeza y nobleza. Por el pitón izquierdo, el toro era extraordinario, pero se iba al medio pidiendo que le hicieran fiesta en ese terreno algo que era imposible por el mal estado de la arena. Comenzó de nuevo con la muleta por el pitón derecho donde llegaron los momentos más importantes con belleza y torería. Trato de torear sobre manos izquierda muy asentado, gustándose mucho y rematando de inspiradas formas las series. Enloqueció el público con él, pero ya era de entrar a matar con la mala fortuna de su destino pinchó en todo lo alto en dos ocasiones, quedando esta sublime actuación en una clamorosa vuelta al ruedo, y la posterior salida a hombros de estos dos Titanes que se jugaron la vida en semejante barrial, demostrando que cuando hay raza y voluntad, las excusas sobran.


Ahora, me extraña sobremanera, que luego de este contundente triunfo, el caraqueño Luis Pietri haya quedado por fuera en la inauguración de la Plaza de El Amarillo. A mi parecer, entre tanto extranjero, hubiese quedado bonito y rematado el cartel con dos venezolanos de a pie, y bien merecido que lo tiene el caraqueño. Según mis fuentes, que rara vez se pelan, me informan dos patriotas cooperantes que en alguna oportunidad Cariel le ofreció a Pietri, actuar en la inauguración de su plaza. Si esta empresa comienza dando una palabra y luego no cumpliendo con ella, no quiero imaginar la seriedad con la que terminará el festejo. ¡Ojo con esto!

En la próxima reseña tocaré temas como la actuación del aficionado practico Homero Polanco, la cuadrilla de subalternos y la organización.  




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