domingo, 14 de abril de 2024

Cumbre y en su sitio estuvo José Cariel "El Amarillo” al cortar Dos Orejas en el Festejo en Honor al Santo Patrono San José 2024. (Parte II - Final)


     He estado en Maracay. Nada tendría de anecdótico este asusto, salvo por esta ola de calor que se ceba incansable a los abrigos de toda Venezuela. He tardado en recuperarme de las inclemencias de los aires incondicionados y pido disculpas por la tardanza de esta reseña. Ocurre a veces. Perdonen también este exceso de presunción, una vanidad que se recrea con los periodistas y cronistas taurinos, muy empeñados en ser los protagonistas de la gran noticia. Pero, es que las estrellas del firmamento taurino -que inundaban -tal día como el que nos ocupa- con su personalidad el bellísimo coso portátil no dieron ni un jugoso breve para llevarse al alma torera de la cronista que suscribe esta inmodestia. 

     Impresiónate ambiente en la Feria de San José 2024 en Maracay con un lleno de no hay entradas pero mas haya de hablar de este tema sobre el éxito del lleno en el recinto taurino pienso que hay temas mucho mas  interesante por ejemplo que para mandar y templar, es necesario que el toro colabore en sus condiciones, al menos que sea una raspa. Así ha sido el toreo siempre, y siempre lo será para esperanza de algunos y la emoción que tanto reclama el resto. 


     Sucedió en el primer becerro-novillo, cuando salió el Maestro Morenito de Maracay, fue a la cara del becerro para iniciar la faena de capa al de Villa Franca, que por cierto flojito en sus arrancadas y cuando decidía tirar para adelante salía huido, desde ese momento noté que este festejo transcurriría sin grandes notas.  Muy mal, se la pasó más echado en la arena del ruedo que de pie, jamás fue a la suerte de varas. El diestro Morenito de Maracay no pudo lucirse al inicio de faena con el capote y mucho menos en la muleta, solo una tanda de dos muletazos por la mano diestra con elegancia, muy lenta y templada, rematada con el de pecho, de gusto, que solo fueron esbozos por la poca fuerza del becerro. Solo esto fue lo que se logró ver de este animalito. Ahí quedó todo, decidió cortar por lo sano y acabar con rapidez con su enemigo dándole puerta al cajón.  Llegué a leer de un cronista taurino de Maracay que este becerro-novillo fue indultado, pues desmiento totalmente esto que ha dicho este crítico taurino porque este becerro llenó de vergüenza esta divisa como también sucedió con el restante de los novillos que no pasaron de ser un juego aceptable para los demás alternantes.   


     El margariteño Manuel Medina “El Rubi” fue otro que se proclamó ese día 24, héroe de singular proeza y en él hubimos de identificar triunfante en ánimo y grandeza. Digamos cómo fue el memorable suceso. Había lidiado “El Rubi”  un novillote tan corto de casta como de fuerza, cuidándolo para que no se cayera. El eficaz trasteo resultaba insulso y de añadidura. Ya visto esto sin duda se presentía la proeza, pues fueron escasísimas las muestras de impaciencia por parte del diestro.

     “El Rubi” que había lanceado por doblones con brillantez, desplegó su capote ante el dócil animal al entrar en suerte, dibujando una serie de soberanas verónicas, templadas y ceñidísimas, ganando el paso como es de ley, rematando con media preciosa y un lance por alto a estilo muletero. Los lances pudieron por los rotundos olés restallando finalmente una ovación indescriptible, reproducida al retirarse Manuel Medina “El Rubi” al estribo. La memorable faena fue así: tres muletazos de tanteo, auténticamente bien ejecutados un garboso doblete de pecho para preparar. Después, entre música y olés tandas de derechazos resueltas con ceñidísimos y largos pases de pecho. Otros pases en redondo, alegrando la brusca embestida del novillo, muy descastado fue este eral, con el que no consiguió una gota de emoción que se rajó pronto y todo quedó deslavazado y destemplado, pero aun así los cadenciosos movimientos de la mandona muleta de “El Rubi” seguían ganándose a los aficionados. 

     Más tarde el adorno, consistente en un pase de pecho, tras de haber cambiado de mano, pasando por delante, ligando un elegante molinete.  Repetición de este adorno y muy luego, otros vistosísimos en busca de la igualada de la res, que prontamente lograda fue muerta de estocada fulminante, entrando a la verdad. Las palmas hacían humo cuando “El Rubi” daba la vuelta al ruedo, ostentando ufano una sola oreja que a unánime petición le fue concedida al diestro neoespartano, el héroe insigne que personalizaba a Manuel Medina “El Rubi” triunfante en ánimo y en grandeza. 


     José Cariel "El Amarillo” es un torero y en estos tiempos huecos es mucho decir. Tiene méritos propios para creerlo por su extraordinario capote, su madurez en la muleta y su valentía para volcarse en la suerte final. Es ya por su demostración en las adversidades una mente madura para el toreo, quizá un talento innato que a veces se convulsiona por la juventud que aún lleva. La tarde triunfal fue ciertamente una curiosidad. 

     "El Amarillo” cortó dos orejas pero lo hizo como nadie esperaba. En primer lugar, porque este novillo que tenía delante era algo más cuajado. Podría decir que no era gran cosa pero se dejó hacer más cositas que los demás astados y lo digo porque era factible para el espectáculo además como lo resalté tenía algo de nobleza tontorrona.  

     Desde que salió del los chiqueros al inicio de faena con el capote embestía con la cara alta repartía tornillazos; salió cabeceando mucho como un loco; y que nos dejó sin ver mas lucimiento en las verónicas porque el capote de José Cariel “El Amarillo” ha conmocionado esa tarde la Fiesta en Maracay. Nada volverá a ser lo mismo, ha muerto el hombre y ha nacido una esperanza en la tauromaquia de Venezuela.

     Además, en segundo lugar, porque este muchacho supo ver la posibilidad de nobleza del animal después de quedar fijado en banderillas. Cuando casi nadie daba un duro por la materia, el torero aragüeño se colocó en el sitio y fue metiendo al toro imperfecto en tandas ligadas, toreadas y justas. Acertó a seguir dibujando, a pulsear, a enganchar con sutilidad con la mano derecha tomada la distancia conforme a la condición del torito, ni dentro ni fuera. Donde convino y donde era. La determinación del torero quedó patente. La ovación fue cabal. Torero a seguir. Entre la Química y la Física. Cuando el novillo le enganchaba y tiraba de él, el animal respondía con largura. El temple es un seguro de vida para los toreros y la técnica también. Con brotes de cierta personalidad pero sin asiento, el toreo se oscurece muchas tardes. 

     El animal quedó ahormado al primer instante, con la mirada incansable en el diestro, exhausto, toreado, pidiendo una muerte salvadora. No faltó echarle la muleta a la izquierda porque en los dos intentos que intento hacerlo en novillo le avisó que le echaría mano, pero se volcó en la perfección de la espada quedando la faena triunfal en justa medida. Estocada hasta la cinta fulminante. Dos orejas con fuerte ovación. 


     Me gusta mucho el toreo de verdad como lo lleva Fabio Castañeda aunque no haya triunfado en el novillo que le correspondió porque para nada rompió en la plaza. Desde que el toreo es toreo siempre hay detalles que dejan pizcas de encantos, como es natural, del diestro tachirense Castañeda y lo que más me gustó es que dos ciudades creadoras de la fiesta se dan la mano, lo digo por la cantera taurina de Aragua y desde luego la de San Cristóbal, fundiéndose no pocas veces las glorias respectivas en apretados abrazos de los dos estilos inmortales. No faltará quien diga que en mis líneas hará falta decir que Fabio Castañeda no logró crear lances de maravilla con su capote magistral, se quedó quieto con la planta de sus botos enterrados en la arena, cargando la suerte, jugando los brazos con pasmosa lentitud y temple, fueron de una impecable ejecución, al veroniquear a su novillo a pies juntos, tres fueron lo que me dejó en mi chip de memoria. A Castañeda le tocó un toro feo y cornalón que no hizo nada, para tormento de los impacientes, por la sencilla razón de que el bicho no era apto. No es que tuviera dificultades insuperables, pero ya en el lancear calamochaba, además pudo advertirse que también achuchaba. 

     Y después, con su ligereza, facilidad y dominio en los rehiletes le colocó dos pares magníficos, muy toreramente, espectaculares, levantando muy bien los brazos y logrando la reunión con exactitud dejando llegar mucho al novillo, dejando boquiabiertos a los que llenaron las gradas para ser premiado con fuerte ovación. 

     Con referente a la faena de muleta brindó al respetable.  Hizo una faena valiente, pero muy corta en la que solo aprovechó a dar algunos pases en las embestidas con temple y hondura a un novillo que no tenía ni un pase. Fue un novillo muy malo.  El Villa Franca solo se dejaba sacar el jugo de la concha cuando el diestro con insistencia le sacó, habilidosamente, unos muletazos largos, hondos, al armado manso  que empeoró a medida que transcurría la lidia. Fabio Castañeda se lo quitó de en medio por el socorrido procedimiento de la "puñalá". Había sido un novillo de peligro y emoción, con el cual se cerró un interesantísimo festejo. El resultado de su actuación fue pasear el anillo tras en una vuelta al ruedo con una sonora y fuerte ovación.  

     Fabio Castañeda viene de la región andina convertido en un torero más maduro, en busca de un clamoroso triunfo que lo ayude a resurgir una carrera que parece ya se encuentra en el ocaso por el nulo interés que tienen en su nombre las empresas que regentan las principales Ferias del país.  Hoy la esperanza está en que este torero tapatío logre revivir su carrera y pueda convertirse en un primer espada de lujo, que tanta falta hace en algunos carteles.


LAS VERDADES DE “POSITIVO”

     Pudimos observar en la barrera de la plaza a los empresarios taurinos Pedro Cortez y Orlando Faroh, apoyando con gran voluntad y empeño la defensa de la fiesta taurina. He aquí donde ambos demuestran un espíritu de solidaridad con su presencia. Comentaba Orlando Faroh no solo se debe ir a las corridas de toros de primera categoría, hay que apoyar con nuestra presencia todos los festejos que se organicen en nuestro país.

     Echándole un vistazo a todo lo que sucedía a mi alrededor ese día observé en la puerta principal donde entraban los diestros y personas autorizadas, la firmeza de como ejercía su función el Sr. Silverio, metiéndo a todo el mundo en cintura, sin mucho guabineo, llámese como se llame, como debe ser.  


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