jueves, 6 de junio de 2024

Los matadores Otto Rodríguez, José Cariel “El Amarillo” y "El Terremoto Andino” Fabio Castañeda hicieron vibrar a Caracas con su Arte, sus buenos oficios y la explosiòn de su toreo

“EN CADA LANCE VA LA VIDA, PERO TAMBIEN VA LA GLORIA”


LAS CORRIDAS DE TOROS SON NUESTRA FIESTA

ES PARTE DE NUESTRO COMPROMISO DEFENDERLAS

Rodolfo “Positivo”

0424-283-13-96

     Que en el día señalado del domingo 26 de Mayo se cubriera menos de medio plaza es revelador de que algo no funcionó con cabalidad, algo me hace pensar que fue porque no se le dio una campaña fuerte  publicitaria con dos meses de anticipación esto es lo que muchos aficionados taurinos me han comentado de este descenso del numero de espectadores sumado a esto también por el incremento del costo de la entradas.

     Pero bueno lo importante fue que el festejo empezó con un buen nivel porque las becerras a pesar de sus espantosas hechuras y falta de peso se mantuvieron a la pelea de sus diestros. 


Gran tarde de Otto Rodríguez con un toreo de arte

fundido con entrega, pureza y emoción


     Otto Rodríguez, es un diestro que para muchos es uno de los actuales matadores de toros que mejor corte de torero tiene. No tuvo mucha suerte ese día con la becerra que sorteó, pero a Otto Rodríguez lo vengo siguiendo desde novillero cuando lo llegué a observar en la primera Plaza de Toros de Venezuela, El Nuevo Circo de Caracas, siempre mantiene ese sello artístico que va bastante con lo que yo comprendo por el buen torear. Además Otto Rodríguez con los años desde el día que tomó su doctorado de matador de toros es un diestro que tiene oficio, esta toreado tiene muchísima plaza y sabe muy bien lo que se trae en manos y lo más importante es que transmite al público. 

     En esta faena de Otto Rodríguez si el corazón pudiera pensar se pararía, en estos meses de calor veraniego, Otto fue un instante. Como si después de él no hubiese nada. Como si por un momento esta lentísima decadencia de la vida de prisa se detuviese para vivir un instante de aguda y transcendente intensidad. Y las percepciones de esa realidad, con los años, estarán cargadas de un energía  tan notable que serán las causa que nos haga reír, llorar, emocionarse…y ser feliz, en definitiva. En su amalgama de faena de Otto Rodríguez con un toreo solo para privilegiados la becerra de “VILLA FRANCA” fueron unos animales que estuvieron fuera de su postura, en su brusquedad, por ser vulgarmente horrorosa fuera por completa en su naturalidad. Pero aun así Otto hizo el toreo fácil. Que el toreo de sumo temple, en compas y cuerpo, aparezca en la media altura es solo para privilegiados. Dios da a cada cual condición o talento distintos, siendo Otto un toreo culto que siempre necesitan la Tauromaquia y las Ferias. 

     Así fue la faena del gran Otto Rodríguez en el festival del Fuerte Tiuna, llena de poso para un torero que cumplirá un año más de haber tomado el doctorado de alternativa en el toreo. Un toreo incluso difícil paladear, de muletazos llevando la embestida bajo el eje de un cuerpo vertical, suelo de fuerza a la par que implantado desde los pies hasta el pecho. Esa fuerza que nace desde el cite y se va diluyendo a medida que la becerra pasa, para quedarse en colocación perfecta para el siguiente. Cuajó una faena Otto en el Fuerte Tiuna que solo esta al alcance de los privilegiados. 

     Otto Rodríguez ha hecho historia en las Adyacencias de los terrenos del Fuerte Tiuna logró hacer una faena brillante encontrando embestidas donde no había y levantando el público de sus asientos. De ahí su triunfo incontestable. Sin becerra, pero haciendo el toreo. Con entrega, con magisterio, con empaque, torería, elegancia, cadencia y mucha parsimonia. Estuvo grande con el toreo en capa y con la muleta lo desbordó. Por su memorable faena le concedieron dos orejas.               


“El Terremoto Andino” Fabio Castañeda

hizo temblar con su toreo la tierra caraqueña


     Ahora bien el diestro de San Cristóbal que se formó en la Escuela Taurina Marcial Lalanda, El “Terremoto Andino” vino a Caracas con una entrega total, también desde luego con un objetivo: el triunfo. Hizo temblar intensamente la tierra caraqueña con su toreo en su presentación porque la inmensidad del toreo al natural marcó una faena muy emocionante al final del festejo, El torero andino sigue con esa buena estrella que le acompaña y que no tiene explicación racional. Fabio Castañeda vino a arrear a por todas. Tanteó su becerra que tenía buena opción de triunfo por doblones muy torera para luego lucirse ofreciendo un recital de sublime toreo de cuatro verónicas, mecidos y roto, extraordinaria, remontándolo con una lucida revolera desde ahí comenzó a armar su lio gordo, buscando captar la atención del público el cual se mereció ganarse una fuerte ovación . Con la muleta instrumentó una faena muy emotiva además variada. Dibujó una preciosa apertura de faena logrando cuajar una primera estimable serie sobre la mano derecha, cinco muletazos con las rodillas en tierra para rematar con un pase de pecho, luego tomo el engaño con la mano zurda para deleitarnos con cuartos naturales colosales, de ahí en adelante la faena continuó con ambas manos con una obra excepcional, el diestro siempre se mantuvo entregado con pases por trincherazos, ayudados, cambios de mano y pases del desprecio, hicieron el resto. El concurrente siempre estuvo entregado con furor a Fabio Castañeda porque el diestro se lo ganó, porque le puso alma y mucho corazón a su peculiar corte de artista. Estruendosa ovación recibió mientras paseaba el redondel tras la faena.                                                         

Con el esportón bien resuelto de billete

José Cariel “El Amarillo”

realiza una faena descafeinada


     Con el diestro aragüeño José Cariel “El Amarillo” de él voy a cambiar un poquito el formato de mis reseña porque entre unas cosas y otras no puedo ir plasmando mis sensaciones en el teclado de mi computador con el torero a torero y de becerras a becerras. Las becerras de “VILLAFRANCA” no me gustaron para nada solo una la del diestro Fabio Castañeda que fue extraordinaria. 

     Luego de tener el esportón resuelto de “los verdes” por el alquiler de la plaza de toros, por el alquiler de las becerras que reposan en su finca, además el pago por sus honorarios como organizador del festejo en el Fuerte Tiuna al diestro José Cariel no lo detallé con muchas ganas en este festejo como en otros donde le he visto con entusiasmo de triunfo. Será porque ya tenía todo resuelto y quería  concluir con el compromiso que tenía encima con su esportón full de verdes. José Cariel “El Amarillo” propietario de las becerras de “VILLAFRANCA” que se lidiaron ese día en el Fuerte Tiuna desafortunadamente tampoco tuvo opciones una pena de verdad. 

     José Cariel “El Amarillo” estuvo cumpliendo en toda su lidia resolviendo con solvencia a una becerra que no valía un duro con disposición y soltura realizó una faena de menos a más, estuvo por encima de la becerra, porque como ya les señalé el animal no tenía nada. La del hierro de “VILLAFRANCA” fue una becerra muy blanda, sin clase, con un poquito de nobleza aunque protestona cuando le bajaban la mano y de duración justita. Cundo los animales de casta hacen extraños, miran por encima de la esclavina o desparrama la vista en los cites, salen de la suerte mirando a los tendidos y son de pitones corniabiertos o cornicortos como astifinos (aunque a éstas apenas se le asomaban) suele suceder que los toreros tiran por la calle de en medio. Exactamente lo contrario que hizo José Cariel “El Amarillo” con valor, con inteligencia y templanza, decidió que debía ensenarles no contrariando sus embestidas en línea y después, torearlos poco a poco como él quería, a media alturita y hacia los adentros. Nunca a la defensiva, fustigando su lento ritmo, sino citándola en corto y parándoles los pies para llevarla muy despacio, irrealmente despacio. Y muy bien. Maravillosamente bien. Los primeros muletazos supieron a “milagro”, después los muy buenos conocedores del tema se gozaban de tan profundos, largos, tan embraguetados y tan puros.                

     No sé por qué pero con todo lo que Cariel realizó con el engaño muletero, a mí no me dijo nada, apenas cumplió por cumplir. OJO y no quiero que piensen que lo que reseño intento destruir la carrera profesional de un matador de toros o novillero. Pero no puedo eludir que Cariel tenía, además, un trazo tan endiabladamente bello que es el buen torear del Amarillo que desconcertó y arrebató al público del tendido y los conocedores de este tema -que eran pocos- los dejó con aurora de volverlo a ver.    


 


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