lunes, 9 de febrero de 2015

Triunfal Apertura y arrollador el novillero José Antonio Valencia en la feria de San Cristóbal 2015



     A pesar de todo, los pocos nuevos festejos lidiados en estos meses en la Monumental de San Cristóbal, no se amilanaron los empresarios Nelson y Fabio Grisolía para dar la novillada de feria que me pareció muy interesante en lo artístico. 


     Los dos novilleros venezolanos en todo momento dieron un ejemplo de entrega durante la lidia con las gradas numeradas casi lleno, los y las taurinas que asistieron al coso andino sigue siendo fiel en asistir a sus festejos taurinos.


     A lo largo de la tarde me lo pase fenomenal en el callejón ante las miradas heladas que se cruzaron de algunos personajes que no les simpatizo y verdaderamente esto me hizo gozar muchísimo, porque cada vez me doy cuenta de cuantos amargados hay en esta hermosa fiesta de las corridas de toros. 

     Luego, en el ruedo se reflejó esa competencia feroz de los novilleros para disputarse quien seria el triunfador. He visto en este coso taurino una novillada tan espantosa. El toro ha muerto. O está secuestrado. O escondido. Ciertamente, el primer escuálido becerro del torero español Gonzalo Caballero y del venezolano Juan Gómez  que se lidió ese día de El Palmar de la Sierra prestigio la  Plaza de Toros de San Cristóbal, no era más que una vergonzosa caricatura de lo que pudo ser algún día pasado el toro auténtico: animales feos, mal presentados, sosos y descastados. Dóciles todos como perritos falderos. 

     ¡Ojo! del español Gonzalo Caballero  no voy hacer ningún tipo de comentario porque este tío no vale un duro en el toreo.  ¡Que bolas con este chico! atravesó el océano en  avión casi nueve horas para que sus dos becerros destetados le dieran una soberana paliza. Y tanta coba que le dan por el hecho que toreó nueve veces en Madrid que cagada.  

     Del valenciano José Antonio Valencia debutó en esta plaza,  demostró muchas ganas y dejó buen sabor de boca, aprovechó destellos que sus dos oponentes le ofrecieron,  lo recibió con rodillas en tierra, con largas cambiadas ligando y cuajando, posteriormente unas variadas verónicas con mucha suavidad y las manos muy bajas de vuelos templados y mucho acento. 

     Con los garapullos a pesar que era su primera vez,  alegró en los tendidos. Colocó un primer par extraordinario, el segundo recordó la gallardía de su tío Bernardo Valencia sentado en una silla montando sobre el morrillo otro gran par y finalizó con dos cojones colocando el del violín aunque un poco desigualado.   

     Con la faena de muleta en su primer novillo el diestro se le presagiaba un hermoso toreo y un brillante desenlace ajustado limpiamente para la historia taurina de Venezuela. Ofreció momentos de inspiración muy medida para los catadores del buen toreo. Superior y extraordinarios fueron los muletazos con la mano diestra, con su encantadora faena y mando, hizo arrebatar los aplausos del público que asistió a las barreras y los tendidos. Fueron muchos los pases con la muleta, intensamente suaves,  relajados. 


     Faena con pases muy a gusto, ligada de mucho sentimiento, y empaque por ambos pitones, aunque me gusto más con la mano izquierda. Pero de todas  las cosas  que pude detallar solo una tanda de naturales y dos de derechazos quedaron grabados en mi discket.  Durante la lidia el torero anduvo  esforzado ya que el toro no ayudaba, había que colocarle la muleta en la cara y someterlo para que buscara el engaño, toreó como de salón, disfrutando y gustándose, con una clase absoluta. Ya se lo pueden imaginar: una antología de buen toreo a pesar de no tener la veteranía de su padre y su tío Bernardo Valencia. Estocada de bajonazo. Fuerte ovación. 

     El segundo de su lote un novillo mas cuajadito, con virtudes, de movilidad, pero con poca fuerza y fondo de trasmisión. José Antonio Valencia estuvo sublime con el capote excepcional, cadencioso con la seda en la brega, ampulosa y templada en el toreo de lucimiento, las verónicas fueron monumentales, templadas, y bien acabadas. Seis verónicas a pie abierto y media en el bastidor de la gracia, para mostrar un recital de gran toreo con el capote

     En la suerte de banderillas en su segundo novillo solo me gusto un solo par que ejecuto de forma magistral de una manera espectacular y vibrante dentro de las tablas con los garapullos cortos. Las dos restante no fueron tan lucidas, pero ¿para que pedir más?, bastó y sobró con las cortas.  

     Con la muleta planteó una mínima pelea, le hizo las cosas con calma e inteligencia hasta lograr engañarlo y someterlo, siempre de arriba a bajo, tapándole los objetivos de su sentido, la faena fue siempre por el pitón derecho, ya que la zurda se antojaba imposible. El valenciano siempre empeñó su toreo muy bien por el pitón derecho, dando una lección de torería, poder y de bellos pasajes. Mantuvo sus mejores argumentos en todo momento de gran torero, con una faena de gran exquisitez, en sus dos ejemplares de turno, hubo una actuación muy limpia por parte de este joven diestro, suficiente para ejecutar el toreo de verdad con las manos muy bajas y recogidas. Completó la lidia con un espadazo en todo lo alto. Una oreja y fuerte ovación ¡Olé! por tus cojones y ¡viva la madre que te parió!

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